Alojamiento del caballo miniatura
El alojamiento del caballo miniatura no necesita de lujos, pero debe cumplir una serie de requisitos básicos imprescindibles para la salud del caballo.
El alojamiento ideal del caballo miniatura consiste en una cuadra con acceso las 24 horas (o como mínimo durante todo el día), a un amplio corral ("paddock") y siempre en compañía de otro equino preferentemente de tamaño parecido.
Se desaconseja encarecidamente la tradicional estabulación en boxes individuales, con ejercicio físico restringido y sin vida social con otros equinos. Este tipo de alojamiento es percibido como "cómodo" para el propietario pero es completamente contraproducente para el bienestar del caballo. En efecto es una de las principales causas de las úlceras gástricas (que afectan a más del 60% de caballos que viven confinados en boxes), los temidos cólicos, así como trastornos de la conducta como el mal del oso, tragar aire, agresividad y ansiedad.
Características necesarias para el alojamiento del caballo miniatura:
Cuadra: la cuadra debe proporcionar al caballo un lugar donde refugiarse de las inclemencias del tiempo (lluvia, viento, sol, etc.), así como constituir un lugar confortable para el descanso. Las dimensiones de la misma deberían ser de un mínimo de 2 x 3 metros por caballo, aunque si puede ser más amplio, mejor. Como ejemplo: en la Yeguada MagicEquus, las cuadras tipo box miden 3 x 4 m. La cuadra más sencilla sería una cuadra tipo refugio que se caracteriza por tener tres lados cerrados y un lado abierto. Los tres lados cerrados deben estar orientados de forma que protejan de las corrientes de aire y el viento. Otra opción es una cuadra tipo box que se deja siempre abierta para que el caballo entre y salga según lo necesite. En caso de una cuadra tipo box, recomendamos que la puerta sea de dos hojas. La hoja inferior debe medir entre 70-80 cm de altura. De esta manera, si en alguna ocasión es necesario encerrar al caballo en la cuadra, éste siempre puede mirar por encima del borde de la puerta reduciendo así un poco el aburrimiento.
Techo de la cuadra: en las zonas cálidas de España el techo debe estar construido de forma que se evite el calentamiento excesivo de la cuadra, utilizando un aislamiento térmico apropiado.
Suelo de la cuadra: para máxima higiene, lo ideal es un suelo de cemento con una leve inclinación y drenaje que facilita la limpieza periódica con agua. Asimismo es recomendable colocar, al menos en una parte del suelo de la cuadra, planchas de goma impermeables. Estas planchas se comercializan especiales para caballos y/o vacas. No solo aíslan el caballo del frío cemento (y por ello les encanta acostarse encima), sino que además permiten un ahorro importante de cama, ya que con ellas se reduce la cantidad de viruta necesaria en casi un 50%. En la España seca, caso de utilizar una cuadra tipo refugio, puede utilizarse un suelo de tierra seca apisonada. No obstante la higiene en este tipo de suelo no es ideal y por lo tanto no es adecuado para yeguas que críen potrillos.
Cama: dada su gran capacidad absorbente, la mejor opción es la viruta especial para caballos. Desaconsejamos el uso de paja ya que los caballos miniatura suelen comer de ella y la paja es muy indigestible para los miniatura pudiendo incluso causarles cólicos.
Comedero: debido a las características del aparato digestivo del caballo, es muy importante que el caballo pueda comer lentamente pequeñas cantidades de forraje las 24 horas del día, al igual que haría en la naturaleza. Las redes de heno denominadas “slow feeders” (comederos lentos) son una solución ideal ya que nos permiten dejar las 24 horas del día heno a disposión del caballo, garantizando además que el caballo no ingiera demasiada cantidad y se ponga gordo. Gracias a las pequeñas dimensiones de los agujeros de estas redes y a la manera de colgarlos, los caballos deben trabajar para ir sacando de poco a poco pequeñas cantidades de heno. Con ello, se satisfacen las necesidades naturales del caballo de tener siempre forraje a su disposición, se previenen patologías como los cólicos y las úlceras gástricas (frecuentes en los caballos que solo comen 2 o 3 comidas al día) y además los caballos se entretienen y divierten un montón. Es importante tener en cuenta que para los caballos miniatura las redes de heno slow feeder deben tener un hueco no mayor de 3 x 3 cm. Con huecos mayores, gracias a su pequeña boca, el caballo miniatura sacaría el heno con demasiada facilidad, ingiriendo mayores cantidades de las necesarias para mantener una condición física adecuada. En nuestra experiencia, las redes slow feeder que mejor funcionan son las que tienen forma de saco y que se suspenden de un solo punto del techo. Es recomendable colgar las redes del techo de manera que cuelgen libremente y así el caballo tenga que trabajar para ir sacando despacito su comida. Por seguridad, la red debe colgarse de forma que el borde inferior de la misma, incluso estando vacía, quede al menos a 20 cm del suelo. Asimismo recomendamos suspender la red no directamente de un gancho sino de una cuerda (la cuerda de los fardos de heno es válida) que en caso de emergencia y extrema tensión se rompe, dejando caer la red al suelo. Algunos pocos caballos, incluso con los slow feeders, comen en exceso y se ponen demasiado gordos, en cuyo caso hay que racionar la cantidad de heno que se proporciona. Asimismo debe vigilarse el suelo que hay debajo de la red. Es conveniente que justo debajo de la red no haya ni viruta ni suelo arenoso ya que el caballo al ir recogiendo trocitos de heno que van cayendo de la red puede ingerir algo de viruta o arena lo cual puede ocasionar trastornos digestivos serios. Dentro de la cuadra, la forma más fácil de hacerlo es manteniendo el suelo debajo de la red libre de viruta y en su lugar colocar justo debajo de donde se supende la red una plancha de goma para caballos (amortiguante y muy higiénica). Este mismo sistema puede aplicarse en el exterior. Para estimular el movimiento natural del caballo, tal como sería en la naturaleza, es bueno colocar la red de heno lo más alejada posible de la fuente de agua, de manera que el caballo tenga que caminar para ir satisfaciendo sus necesidades. En días de mal tiempo, ello no siempre es posible, pero cuando el tiempo es bueno es fácil suspender la red de heno en lugar de dentro de la cuadra afuera, usando un poste colocado en un extremo del paddock, en el lado opuesto de donde está la fuente de agua.
Bebedero: los caballos deben tener agua limpia a su libre disposición las 24 horas del día. Pueden utilizarse bebederos automáticos o también cubos anclados para evitar que los caballos los tiren al intentar jugar con ellos. El borde superior del bebedero debe situarse a aproximadamente 35 cm del suelo. Caso de utilizarse bebederos automáticos debe controlarse su adecuado funcionamiento a diario.
Piedra de sal: se pondrá a libre disposición una piedra de sales minerales especial para caballos. Colocar la piedra de sal lo más alejado posible del comedero y del agua, les invitará a moverse más, facilitando un estilo de vida saludable. El soporte de la piedra de sal (midiendo desde la base del mismo) debe colocarse a aproximadamente 40 cm del suelo.
Paddock: es preferible dar forma rectangular al paddock de manera que un lado sea más largo que otro permitiendo al caballo galopar un buen trecho si le apetece. Las dimensiones mínimas del corral deberían ser de al menos 15 metros de largo por 10 metros de ancho por caballo. Si es para más caballos debe ser proporcionalmente más amplio. En todo caso, es siempre deseable superar ampliamente estas dimensiones.
Si las condiciones del terreno lo permiten es sumamente recomendable, en lugar de instalar un paddock tradicional rectangular, instalar un paddock dinámico (llamado “paddock paradise”) que crea un entorno mucho más interesante e interactivo para el caballo. Incluso un paddock paradise de pequeñas dimensiones ya aporta enormes beneficios al caballo: aumentando el movimiento, el ejercicio natural y la estimulación mental tan necesaria para su salud. Pinchando aquí podéis leer más sobre el sistema paddock paradise.
Vallado: el vallado puede ser de listones de madera protegido con pastor eléctrico (para evitar que el caballo roa la madera), mallazo protegido con pastor eléctrico (para evitar que el caballo al rascarse en el mallazo lo acabe rompiendo y también para evitar el riesgo de accidentes al meter una pata en el mallazo) o como opción más económica puede utilizarse pastor eléctrico solo. En caso de haber perros u otros grandes depredadores en los alrededores de la finca, aconsejamos utilizar una valla tipo mallazo de 1.5 metros de alto impidiendo así la entrada de dichos animales al recinto de los caballos miniatura. Se han dado casos de ataques de perros asilvestrados a caballos miniatura, ataques que afortunadamente pueden evitarse utilizando el cerramiento apropiado. Nunca debe utilizarse alambre de púas en el vallado por el alto riesgo de accidentes y lesiones graves que implica. El vallado de pastor eléctrico es ideal para separaciones internas en la finca ya que es muy fácil de poner, es móvil y además su coste es relativamente bajo. Un pastor eléctrico con dos hilos, el inferior a 25 cm del suelo y el superior a 55 cm del suelo aproximadamente, suele ser suficiente para un caballo miniatura. Es importante vigilar que el pastor eléctrico siempre tenga corriente, sea de la red eléctrica o de pila, ya que los miniatura son expertos en detectar cualquier fallo y aprovecharlo para escaparse y dar una vuelta.:) Para vallados perimetrales siempre recomendamos utilizar una valla fija, sea de listones de madera o sea de mallazo protegido con un hilo de pastor eléctrico, ya que es el tipo de valla más segura.
En resumen: los caballos miniatura no necesitan instalaciones lujosas, pero si funcionales que satisfagan sus necesidades psíquicas y físicas. Si se construye el alojamiento del caballo teniendo todo esto en mente, podemos crear fácilmente un entorno que hará que nuestro caballo se mantenga sano y feliz.